Contar con un medidor de agua potable es fundamental para el manejo eficiente de los recursos hídricos. Permite conocer el consumo real de agua en los hogares, lo que facilita el control y la gestión del suministro, evitando el desperdicio y promoviendo un uso responsable del agua. Además, ayuda a identificar fugas o problemas en las instalaciones, lo que reduce el desperdicio innecesario.
Asimismo, el medidor de agua potable es esencial para garantizar la equidad en la distribución del agua. A través de la medición precisa, los usuarios solo pagan por el agua que realmente consumen, lo que fomenta la justicia tarifaria y fomenta la conciencia sobre el uso racional del agua en la comunidad. Esto contribuye a la sostenibilidad del recurso y a la conservación de este bien vital para todos.